Cuando apenas restan nueve días para el debut liguero del Real Valladolid en su regreso a LaLiga Santander, Sergio González marcó claramente sus cartas. Que jugadores como Borja Fernández, Kiko Olivas, Javi Moyano o Fernando Calero, entre otros, vieran el duelo desde la grada de Estadio de San Miguel definía muy claro qué idea lleva el cuerpo técnico pucelano. El duelo de este sábado en Alemania es determinante para terminar de preparar el estreno liguero.
Sin ellos, la apuesta pucelana era clara. Siete jugadores de los que tendrán ficha con el Real Valladolid Promesas formaban el once titular ante el Rayo Vallecano. Con ellos, el Pucela demostraba qué quería. Los de Sergio viajaban los poco más de 40 kilómetros de distancia entre la capital e Íscar para seguir creciendo y aprendiendo en esta formación que ya entra en su recta final.
En pretemporada los amistosos se dividen, generalmente, en 45 minutos. Las cargas de trabajo son protagonistas y los equipos suelen dividirlas en los amistosos. Por ejemplo, el Real Valladolid entrenaba en la mañana de este miércoles. En esa sesión las cargas estaban diferenciadas pero todos los jugadores saltaban al terreno de juego de los Anexos.
Éste es un condicionante importante en toda la pretemporada y más a estas alturas cuando cualquier molestia te puede hacer perder a un jugador. Por ello, Íscar era una nueva etapa de aprendizaje de un equipo que desde el primer instante estuvo a merced de las propuesta vallecana.
Los de Míchel Sánchez dominaban el partido. Tenían el control del partido, el poder de la posesión pero, en absoluto, manejaban el peligro de las ocasiones. Llegaban más, poseían más sensación de peligro pero, en ningún momento, acosaban a un Real Valladolid que sabía sacudirse el peligro.
En los primeros 45 minutos el Pucela no estuvo cómodo pero tampoco acosado. Supo contragolpear y dejar patente detalles de su propuesta. Con un sistema definido por dos delanteros, el Real Valladolid potenciaba no dejar espacio entre líneas ni correr a la espalda de los laterales. Con ello y con la gran participación de Javi Pérez, el Pucela crecía, y mucho, con el avance del duelo.
Arrancaba la segunda parte y el Real Valladolid seguía definiendo la idea base de la primera parte. Líneas juntas y sin espacios para potenciar la idea contragolpeadora del equipo. Así, y con la entrada de Waldo Rubio, los pucelanos daban un paso al frente. No eran dominadores, ni mucho menos, pero todas esas condiciones de juego de la primera parte se repartían.
El Pucela ya generaba peligro. Sus acercamientos ya no eran sólo a balón parado. Ofrecía más. Sabiendo contragolpear pero con la idea clara. Sergio seguía sin querer exponer mucho. Exigía defender en campo propio y encontrar los espacios. De esta forma, Waldo Rubio marcó la diferencia.
El veloz extremo definía el plus de velocidad y fuerza que todo entrenador quiere y que Sergio González buscaba con su entrada. El ex del Córdoba CF aportaba frescura al equipo y, además goles. Dos acercamientos pucelanos en acciones rápidas y de contragolpe valieron al futbolista para anotar dos goles.
En apenas 10 minutos el Pucela decantaba el duelo y aumentaba las buenas sensaciones del equipo en Íscar. Tras la mala imagen ofrecida en el triangular de El Berrón, el Pucela necesitaba un plus de motivación y convicción y éste llego con un duelo serio y fiable a nivel defensivo en el que Waldo Rubio fue diferencial a nivel ofensivo. Tras Íscar sólo queda un amistoso y visto lo visto ante el Rayo Vallecano, el más importante de la pretemporada.
Once del Real Valladolid en Íscar: Jordi Masip (Samuel Pérez 60'); Raúl Navarro, Mario Robles, Mohamed Salisu, Moi Delgado; Javi Pérez (Rubén Alcaraz 73'), Alejandro Carrascal (El Hacen 60'); Antoñito Regal (Keko Gontán 73'), Ivi López (Toni Villa 73'); Antonio Domínguez (Chris Ramos 73') y Miguel de la Fuente (Waldo Rubio 46')
Yo he visto a waldo rubio jujar al futbol en el recreativo y en cordoba .y se veia un buen futbolista y que tiene mucho que dar en el futbol