Alberto Guitián ya es historia del Real Valladolid. El jugador cántabro es nuevo jugador del Real Zaragoza para las dos próximas temporadas y media y con su marcha toca analizar qué significó su llegada al Nuevo Estadio José Zorrilla y cómo influyó su llegada al club blanquivioleta.
Para entender el peso del jugador en la historia vallisoletana es importante recordar que Guitián fue el primer fichaje blanquivioleta para la temporada 2016/2017. Con un equipo entero por construir, poco después de la llegada de Paco Herrera, Guitián y el Real Valladolid unían sus caminos para tres temporadas.
Braulio Vázquez, entonces director deportivo pucelano, se fijó en el futbolista después de una brillante etapa del cántabro en el Real Zaragoza. Seis meses de éxito en el Estadio de La Romareda le valieron para ser llamado por el actual director deportivo de Club Atlético Osasuna. Braulio hizo la primera parte de la negociación. Paco Herrera dio el estoque final con su llamada, hecho que se vio como una victoria en Zorrilla.
El entonces nuevo entrenador del Real Valladolid quería al nuevo jugador zaragocista en sus filas y Braulio Vázquez vio en él al perfil idóneo para convencer del cambio de guión y estructura que iba a dar el Club. Después de la desastrosa temporada 2015/2016, en la que los pucelanos llegaron a pelear por no bajar a Segunda B, Guitián fue el primer paso para el cambio.
Después de una plantilla cubierta de jugadores cedidos, el Pucela debía apostar por jugadores propios. Guitián cumplía el guión y con él se cambió todo. Se potenció el talento nacional, de jugadores jóvenes pero con cierta experiencia que vieran en el Real Valladolid una oportunidad.
Desde Guitián, y continuado por otros como Isaac Becerra o Luismi Sánchez ese mismo verano u otros como Antonio Cotán, Antoñito Regal o Nacho Martínez, estos ya el verano de 2017 y con Miguel Ángel Gómez en Zorrilla, el Real Valladolid marcó un nuevo camino que, por lo visto ha dado éxito o, como poco, no ha llevado a dramas como el vivido antes de la llegada del cántabro.
Con todo, Alberto Guitián fue sólo el pistoletazo de salida a un cambio de dinámica en las oficinas del Nuevo Estadio José Zorrilla. Su llegada produjo un cambio y dejaba en el aire una esperanza que no se ha cumplido. El cántabro no ha sido regular en los casi dos años que ha vestido de blanquivioleta.
Alberto Guitián deja Valladolid tras 3.488 minutos, repartidos en 46 partidos, tiempo para anotar un gol
Entrando y saliendo del once titular, su rendimiento ha sido dudoso. Ha pasado de puntillas por la historia pucelana. Disputando casi 3.500 minutos, Alberto Guitián regresa a Zaragoza, donde nunca se le recibió bien desde su marcha, para volver a sentirse futbolista, algo que no ha notado en los últimos meses, e importante, hecho que sólo fue en un puñado de jornadas en Zorrilla.