Uno de los momentos importantes del año 2018 para el Real Valladolid fue un instante que a muchos les quedó grabado en la retina. Tras perder (3-2) frente al Real Zaragoza con mucha polémica arbitral en la penúltima jornada de LaLiga 1|2|3 2017/2018, el equipo se conjuró en una gran piña en el mismo césped del Estadio de La Romareda.
Allí se empezó a fraguar el ascenso, como reconoce el capitán Javi Moyano, que escoge este momento como el "más emotivo, determinante e importante" del año que está a punto de terminar: "Se notaba mucha rabia contenida porque veníamos de hacer un esfuerzo bastante grande para poder engancharnos en esa lucha por el play off. En ese momento el grupo pensó que no podíamos parar y que esa derrota, por como había sucedido, no podía echar por tierra todo el esfuerzo que habíamos realizado con anterioridad".