Había transcurrido más de una hora desde el final del partido que le enfrentó al Levante UD y el autocar del Real Valladolid seguía sin abandonar el Estadio Ciudad de Valencia.
Casi todos los jugadores de la expedición blanquivioleta, que tenía que regresar a Valladolid en chárter a las 23.00 horas desde el Aeropuerto de Manises, estaban ya dentro del vehículo. Pero faltaba uno: Sergi Guardiola. El delantero, a pesar de disponer de varias ocasiones en el encuentro y de marcar un gol que fue anulado, terminó marchándose sin marcar.
Aplaudido por los aficionados que allí estaban, por fin apareció. Su intención era la de decir adiós rápidamente a varios miembros de su familia y amigos que se habían desplazado desde Murcia para verle.
Pronto, se descubrió el por qué de su tardanza: "Estaba comiendo y bebiendo como un animal para mear y nada...", se disculpaba, como se puede comprobar en el vídeo de ElDesmarque. El murciano había sido uno de los elegidos para pasar el control antidoping y, tras haber tenido problemas, salía apresurado para unirse al resto del equipo.
Entre fotos, abrazos, besos y saludos, la cosa se prolongó y la expedición seguía esperando. "¡Mama, que me tengo que ir!", terminó advirtiendo el futbolista antes de decir adiós a sus más allegados y de subirse finalmente al autocar para poner rumbo al aeropuerto.