Jordi Masip fue, sin duda, uno de los jugadores más completos del Real Valladolid en el partido disputado frente al Athletic Club de Bilbao en el Nuevo Estadio de San Mamés. El portero pucelano protagonizó más de una buena parada que evitó el segundo tanto de los leones, pero dejó lo mejor para el final.
Casi sobre la bocina, Iker Muniain aprovechó un error defensivo en el centro del campo para robar el esférico, avanzar hasta la frontal, recortar y disparar a la escuadra. Cuando medio estadio cantaba gol, llegó la mano salvadora de Masip, evitando el segundo a falta de muy pocos minutos para el final.
El balón no sólo rozó en la manopla del portero catalán, sino también en el palo. Una de las mejores paradas de la temporada que, además, llega en una semana en la que desde medios ajenos a la realidad que se vive en Valladolid se pedía "una oportunidad para Andriy Lunin" justificada simplemente en el desaprovechamiento que vuelve a suponer para el Real Madrid su cesión en el Pucela tras el curso fallido en el CD Leganés.
Lo que se vive en el día a día del Nuevo Estadio José Zorrilla es bien diferente. Masip tiene más que galones. Tiene intervenciones tan decisivas como la que le dio un punto al Real Valladolid en San Mamés, 'volando' para evitar el 2-1 del Athletic. Su partido fue más que completo, con 11 disparos recibidos desde dentro del área y ocho desde fuera.
Masip, dado su protagonismo, atendió a LaLiga al término del encuentro. "Es un buen punto para nosotros, para seguir creciendo. El Athletic ha salido muy fuerte, nos ha dominado, en la segunda parte intentamos controlar un poco el partido y así ha sido. Llegó el gol y estoy muy orgulloso del equipo y el trabajo que ha hecho", dijo al respecto.