Borja Fernández vive en una calma tensa a la espera de que llegue el juicio del mediático 'Caso Oikos'. Cada vez acercándose más al Real Valladolid y preparando el terreno para cuando todo se aclare, el futbolista gallego no olvida todo lo sucedido y el daño que se hizo durante varias semanas a su persona, culpándole sin miramientos de amañar el partido de la última jornada entre el Real Valladolid y el Valencia CF. Y pese a que está esperando a la resolución judicial del asunto, después moverá ficha, tal y como refleja As.
"Me da igual que luego algunos hayan tenido buenas palabras, fuera por miedo o porque de verdad lo sientan (...) Todo lo que pueda hacer, lo haré", señala. "Nadie puede manchar mi despedida; ese día fue espectacular. Son cosas diferentes (...) Ha habido grandes jugadores que no han tenido ni un momento para el homenaje. Yo lo tuve en el equipo que más quiero, en el campo. Muchos jugadores habrán sentido envidia. Fue muy bonito, cualquiera sueña con tener una experiencia así", repitió sobre su adiós.
El que fuera centrocampista del Real Valladolid hasta hace sólo unos meses también tiene planeado publicar un libro del género ficción.