En la previa, con cierta rotundidad, Sergio González aseguró que el duelo ante el FC Barcelona era la oportunidad que quería y merecía el Real Valladolid. Firmar la salvación en un duelo ante el equipo culé reforzaría la fuerza de un objetivo que, de base, ya sería celebrado. En esta ocasión, y contando ya con el qué, el Pucela buscaba el cómo y el entrenador catalán quería que fuera con renombre.
Viendo capacitado a su equipo, el Pucela afrontaba la jornada 35 de LaLiga Santander con ambición, aquélla que no mostró en la primera media hora pero sobre la que fue creciendo en el partido y, sobre todo, en los segundos 45 minutos.
Firmando una segunda parte en la que los pucelanos fueron muy superiores al rival, el encuentro provoca una injusta espera para certificar la salvación. Por méritos, el Real Valladolid mereció más pero buscando una versión exigente, Sergio González y los suyos deben entender que el encuentro siempre estuvo dentro de su idea. Cuando quisieron encerrarse en su campo y cuando se atrevieron a buscar al rival.
Con la previa de Sergio el Real Valladolid que se esperaba en el Estadio José Zorrilla para el duelo ante el equipo de Quique Setién era muy diferente al que se vio en la primera media hora pero sí muy parecido al que terminó el primer acto y al que firmó toda la segunda parte. Con todo, en los primeros 45 minutos se vieron dos versiones del Pucela muy diferentes.
Si bien en la primera hora lo que dejó ver el equipo era una versión débil, triste y atenazada, antes de la pausa para la hidratación ya se comenzaba a ver una mejora en la propuesta pucelana. Consiguiendo unir a Óscar Plano y Sergi Guardiola en los primeros pases tras el robo, el Real Valladolid tenía opción de llegar a campo rival e, incluso, a las inmediaciones del área de Marc André Ter Stegen.
El Real Valladolid sabía correr y estirarse, opciones que eran impensables en la primera media hora de juego, la que dejó a un Pucela encerrado en su área y dejándose dominar sin apenas oposición. Sin necesidad de que Leo Messi, Antoine Griezmann, Arturo Vidal, Sergi Roberto o Sergio Busquets tuvieran ni que acercarse a su mejor versión, el inicio del partido del Real Valladolid tenía poco de atractivo pero el equipo supo crecer en el juego y en la propuesta hasta llegar al descanso con, incluso, una clara ocasión de Kike Pérez, la mejor noticia pucelana en las dos últimas jornadas.
Con el buen hacer del '28' y una versión muy plana del equipo culé, el partido llegaba al descanso con buenas noticias para los de Sergio González. Tras su triste primera media hora, el duelo estaba cerca y el equipo estaba dentro de él. Su mérito del último cuarto de hora y el demérito culé en una propuesta pobre y desangelada valían para un encuentro que tenía mucha que decir en su segunda parte.
El Pucela debía mejorar tras el paso por los vestuarios. Debía hacer buena esa pequeña mejora del último cuarto de hora. Mientras tanto, el Fútbol Club Barcelona necesitaba mejorar su juego y credenciales para asegurar un partido que podía ser determinante para sus aspiraciones de título.
Con todo, se esperaba una segunda parte más atractiva, como demostró una propuesta pucelana que puso toda la carne en el asador para conseguir, como poco, puntuar en la antepenúltima jornada.
Con un listón bajo tras una primera media hora muy mala, el Real Valladolid debía ofrecer más y debía buscar más, como así hizo. El rival le dejaba opciones y no ofrecía, en ningún momento, sensación de superioridad ni de tener el partido controlado. Bajos estas condiciones y con la entrada de Pablo Hervías y Enes Ünal, el Pucela fue a más. ¡Y tanto que fue a más!
Ter Stegen tuvo que participar en tres ocasiones en los primeros 15 minutos tras la reanudación. El Pucela sabía dónde hacer daño al rival y éste, dubitativo, no dormía el partido ni buscaba con fuerza la portería de Jordi Masip. La pobreza del juego del equipo de Quique Setién animaba a un Real Valladolid que dominaba el balón, generaba sensación de peligro pero al que sólo le faltaba acierto en la última decisión.
Sin ella, el encuentro dejó la sensación final de que sólo el miedo inicial del Real Valladolid privó a los de Sergio de puntuar en un encuentro que dominaron desde ese momento en el que dieron un paso al frente y desde el que quisieron plantar cara al rival. Pese a la diferencia de talento, presupuesto, calidad, banquillo... El duelo estuvo siempre en lo que quiso el equipo local.
Cuando los pucelanos quisieron vivir en su campo, lo hicieron, cuando se quisieron estirar, lo firmaron e, incluso, cuando quisieron vivir en campo culé, lo hicieron. Simplemente el acierto, de delanteros o porteros, en decisiones puntuales definió que el FC Barcelona se marche vivo del Estadio José Zorirlla y que el Real Valladolid tenga que esperar unas horas para intentar certificar la salvación.
Con la cabeza alta se perdió un encuentro que al menos se debía de haber empatado,este Barsa es el que aspira a ser campeón de liga?el gol de Vidal les fue suficiente para llevarse los tres puntos,la suerte siempre se alía con los grandes,en el segundo tiempo se les entró por todos los ángulos sin suerte,todos los jugadores han sido vitales en el juego,destacar a Kike Pérez,¿no busquemos mediocampo en ningún sitio lo tenemos en casa¿adonde estubo Don Lionel?Piqué dando la nota con Mateu Lahoz,es posible que mañana certifiquemos la permanencía.SIEMPRE PUCELA.