La noticia saltó esta mañana: el delantero israelí del Real Valladolid, Shon Weissman, tiene muy difícil estar disponible frente al Celta de Vigo por la coincidencia del partido y de la festividad del Yom Kipur en la comunidad judía, a la que pertenece el que actualmente es el fichaje más caro de la historia blanquivioleta.
El problema es mucho más profundo de lo que la gente se pueda imaginar, y a lo largo de la historia del fútbol hay precedentes de problemas cuando se ha puesto en riesgo el cumplimiento de las restricciones que implica este día en Israel. En octubre de 2006, portavoces ortodoxos pidieron la expulsión del portero Dudu Aouate de la Selección de Israel. Aouate decidió jugar el partido que enfrentaba al Deportivo y a la Real Sociedad en Riazor y que daba comienzo el domingo a las 18.00 de la tarde (19.00 en Jerusalén). En este caso, como en el de Weissman, el partido coincidía con el inicio del Yom Kipur (de domingo a lunes). El atardecer dura unas horas y por eso se habla de que el rito debe cumplirse entre 24 y 26. Si el atardecer comienza a las 18.30 se puede alargar hasta las 20.00.
"La selección nacional debe representar al Estado de Israel, y quien juega en Yom Kipur atropella los valores del pueblo judío y por lo tanto no debe representar al Estado", aseguró Iaacov Margui, diputado del 'Shas', en una carta al presidente de la Federación Israelí de Fútbol, Ichie Menahem. Aouate argumentó entonces que su ayuno comenzaría inmediatamente después del partido y cumpliría con las 24 horas.
Fue la última vez que Aouate dejó lugar a la duda. En el resto de partidos con el Depor que coincidían con el Yom Kipur y en sus seis temporadas en el RCD Mallorca el portero no volvió a jugar en tan señalado día. Incluso siendo Director General evitó forma parte de la expedición bermellona para cumplir con su religión.