El Valencia CF, próximo rival del Real Valladolid, ha comunicado el cese de su entrenador, Javi Gracia. Anil Murthy, presidente del conjunto ché y Miguel Ángel Corona, director deportivo, han comunicado al entrenador navarro su destitución este lunes. Salvador González 'Voro' es el elegido para ocupar el banquillo valencianista por séptima vez.
Javi Gracia deja al equipo con 36 puntos, tras 34 jornadas, a seis por encima de los puestos de descenso y a solo cuatro partidos para que finalice LaLiga Santander. Lo cierto es que el Valencia estaba en caída libre tras la derrota ante el FC Barcelona el pasado domingo por (2-3), el equipo acumula un mes sin ganar y tan solo ha sumado tres de 18 puntos posibles.
Tanto el presidente como el director deportivo del club ché han decidido que la mejor opción es sustituir a Javi Gracia para afrontar el transcendental partido ante el Real Valladolid. El duelo entre ambos conjuntos, que buscan alejarse de la zona baja de la clasificación, se presupone de vital importancia. Por lo que una derrota para cualquiera de los dos supondría un golpe, prácticamente, definitivo.
El Pucela se enfrentará a un Valencia al que no tiene estudiado. Con el nuevo técnico, el conjunto valencianista cambiará su forma de juego, por lo que los de Sergio González deberán enfrentarse a dos retos: saber sacar provecho de los puntos débiles de un Valencia desconocido y, lo más importante, ganar uno de los encuentros con más tensión.
Tanto para el Real Valladolid como para el Valencia, el encuentro supone una final, pero la furia que han vivido tanto los jugadores como la afición valencianista a lo largo de la temporada se verá reflejada en el campo. Ante ello, el Pucela debería estar mentalizado y saber gestionar los nervios.
No es la primera vez que los castellanos se encuentra con una situación similar. En la primera vuelta, los de Sergio González, en puestos de descenso, con 16 puntos y tras ganar al Getafe CF (0-1) recibieron en el Nuevo Estadio José Zorrilla a un Valencia que acumulaba ocho jornadas sin ganar (cinco empates y tres derrotas) y se situaba a sólo dos puestos por encima de la zona roja de la clasificación, con los mismos puntos que los pucelanos. Finalmente, fue Carlos Soler el que inclinó la balanza hacia los visitantes, mientras que el Real Valladolid no supo sacar provecho de un Valencia herido.