El Real Valladolid empezó el partido atropellando al Mirandés. Una llegada tras otra del equipo de Pacheta desde el primer minuto del encuentro. En una de esas acciones, Shon Weissman trató de llegar a un centro lateral y se llevó un duro golpe de Raúl Lizoain, el guardameta del conjunto burgalés.
No se dio por vencido el israelí, que siguió intentándolo y consiguió abrir, precisamente con la cabeza, la lata del partido correspondiente a la jornada 15 de LaLiga SmartBank. Un testarazo con el que demostró la clase de delantero que es, tan persistente como eficaz.