Tras una semana muy convulsa en el Real Valladolid debido a la destitución de José Rojo, Pacheta y la contratación de Paulo Pezzolano como nuevo entrenador del equipo blanquivioleta, el Pucela afronta uno de los partidos más importantes de la temporada. El duelo será ante el RCD Mallorca, donde jugó el técnico uruguayo, que le aventaja en cinco puntos en la clasificación. Este choque se disputa este domingo a las 14.00 horas y se podrá ver en Movistar LaLiga.
En ElDesmarque Valladolid analizamos las tres claves blanquivioletas antes de recibir la visita de los mallorquinistas, con la lesión de Lucas Olaza y algunas ausencias durante la última semana para Pezzolano.
El Real Valladolid debe trasladar el discurso de su entrenador al césped. Con eso se aseguraría evitar petardazos como los que ha habido esta temporada en el Estadio Abanca-Balaídos, el Nuevo Estadio San Mamés, el Estadio de El Sadar, el Estadio Cívitas Metropolitano, el Estadio Santiago Bernabéu y muchos otros...
Y, lo más importante, competir desde el pitido inicial hasta el último minuto. Porque en el fútbol nunca hay garantía de nada, pero estás más cerca del objetivo con una serie de factores. En su presentación, el técnico uruguayo tuvo claro su mensaje: "Si me quieren todos, algo mal estoy haciendo. Si los jugadores me ven saltar y correr en el área técnica y no se contagian, se les va a complicar en el vestuario. Salgo a jugar una final y lo vivo así". Ahora, sólo queda ejecutarlo y adaptarse rápido a la idea de Paulo.
El domingo 9 de abril es Domingo de Resurrección, pero habrá que ver para qué equipo. Por desgracia, los vallisoletanos son especialistas en dar alas a rivales que juegan contra ellos en una situación complicada.
Y es que es un mal momento en LaLiga Santander para ambos conjuntos. Los insulares llegan a la cita tras cinco partidos consecutivos sin ganar y seis derrotas seguidas fuera de casa. Algo que, normalmente, se confía en revertir si tu rival es el equipo vallisoletano. Por ello, los de Pezzolano tienen que dejar atrás esa condición que les lleva persiguiendo años y esa mentalidad catastrófica cada vez que reciben un gol en contra para estar más cerca de los tres puntos.
La afición del Real Valladolid tiene la capacidad de llevar en volandas a su equipo en momentos difíciles. Por lo tanto, será importante que la energía del banquillo se traslade al campo, pero también a la grada. El Nuevo Estadio José Zorrilla, además de seguir siendo un fortín, debe ser una olla a presión para alentar al equipo a sacar un triunfo que le ponga en una situación más tranquila.