El precedente que demuestra el agravio comparativo con la sanción a Pezzolano

Tal y como ha podido comprobar ElDesmarque Valladolid, hay precedentes que hacen poco entendible la decisión tomada por el Comité de Competición de imponer una sanción de dos partidos al entrenador del Real Valladolid, Paulo Pezzolano, por su expulsión en Villarreal.

Hay que remontarse al 19 de febrero del presente año cuando, en un Burgos CF-Albacete Balompié de LaLiga SmartBank, el preparador físico del conjunto local fue expulsado por "levantarse de su banquillo para discutir con un técnico del equipo contrario de forma airada y reiterada con los brazos en alto provocando una confrontación". A Alberto Ginés, en esa ocasión, le cayó sólo un encuentro y, en un caso muy similar, a Pezzolano le han caído dos.

Lo que más llama la atención es que se le haya aplicado el artículo 124 al técnico uruguayo, referido a actitudes de desconsideración o menosprecio hacia árbitros, directivos o autoridades deportivas, ya que en el acta en ningún momento se refleja este hecho por parte de Pezzolano hacia nadie. Otros artículos, como el 127 o el 129, referentes a protestas o a alterar el orden deportivo hubieran sido más adecuados. Aparte de que un entrenador, en este caso Quique Setién, no es considerado autoridad deportiva, incluso, en su propia resolución, el Comité reconoce que no hay menosprecio hacia él por parte de Pezzolano. Un doble motivo por el que todavía se explica menos el castigo.

Con esto se puede ver el agravio comparativo que resulta al valorar dos hechos en los que sucede prácticamente lo mismo con distintos artículos y, por ello, con diferente sanción.