La historia de Niko y sus ánimos a Roque Mesa: "Aguanté sin llorar para que no se pusiera más triste"

Cuando se produce un descenso siempre afloran la tristeza y las lágrimas, pero no sólo por parte de los aficionados, si no también de algunos jugadores. Es el caso de Roque Mesa, al que un niño saltó al césped del Nuevo Estadio José Zorrilla tras el empate contra el Getafe CF para consolarle.

Después de esa imagen en el campo y el reclamo de Roque para encontrar a ese chico, Diario de Valladolid-El Mundo ha detallado cómo ha sido ese reencuentro. Niko, de 10 años ha recibido la visita del mediocentro canario.

Roque Mesa, acudió a él con una camiseta suya y unas botas como muestra de agradecimiento. El chaval, que es jugador de la escuela del Real Valladolid y sueña con ser portero profesional declaró: "Me pidió perdón y le dije que no había nada que perdonar, que esto pasa en el fútbol. Fue muy emocionante. Aguanté sin llorar, mamá, para que no se pusiera más triste".

Además, Niko explicó cómo se le ocurrió entrar en el terreno de juego: "Fue lo primero que se me pasó por la cabeza al verle llorar. Me bajé corriendo y conseguí saltar al campo, no sé cómo. Salté para que Roque Mesa no estuviera triste, no quería que llorara, y le dije que el año que viene volvíamos a subir a Primera. Mi familia me dijo que había hecho algo valiente y superbonito, así que tenía pena por bajar, pero estaba feliz de animarle. Me fui contento a la cama".