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Lo mejor y lo peor del Pucela en el primer amistoso de la pretemporada 2023

Adrián Gómez

El Real Valladolid perdió (1-4) ante el CD Leganés en el Estadio Adolfo Suárez de Ávila en el primer partido amistoso de la pretemporada 2023. Un encuentro en el que el Pucela fue de poco a menos y tuvo errores de bulto en la faceta defensiva, que, junto al bajo nivel de ciertos jugadores, le hicieron encajar una goleada.

Lo positivo

Entre los 23 futbolistas que tuvieron minutos, hubo unos que destacaron más que otros. Al mejor Real Valladolid le vimos en la primera parte. Mario Maroto, aparte de por su golazo, fue dueño y señor del centro del campo junto a Monchu Rodríguez, que estuvo bastante acertado en el desplazamiento en largo. También se vieron buenos detalles de Raúl Moro en el tramo final del encuentro. A pesar de jugar sólo 10 minutos, dejó algunas muestras de su calidad y desborde.

Además, se vieron varios detalles tácticos de los de Paulo Pezzolano. Principalmente, incrustando a Robert Kenedy y Sergio Escudero por dentro para dejar los carriles a Tunde Akinsola, que, con su electricidad, llegó a línea de fondo varias veces.

Además, Lucas Rosa estuvo incombustible. Esto propició que el nuevo '10' del Pucela, Kenedy, tuviera más libertad de movimientos, lo que le permitió crecer desde la diferencia en su juego, aunque no estuvo del todo acertado en algunas de sus acciones.

Lo negativo

En esta primera prueba ante el conjunto pepinero, se vio a un Pucela con mucha falta de rodaje. La principal preocupación es la blandura defensiva y la poca contundencia mostrada sobre el césped. El conjunto blanquivioleta ganó muy pocos duelos y menos segundas jugadas. De hecho, así llegó el primer gol, tras un error de David Torres, que dejó el despeje muerto en la frontal, y el segundo fue por un mal repliegue defensivo.

Lo peor del partido, sin duda, fueron dos nombres, Sergio Asenjo y Mickaël Malsa. El meta palentino hizo la estatua en ambos goles y el mediocentro de Martinica enfadó a la afición por su falta de ambición. Muestra de ello, el tercer gol encajado, en el que pidió una falta inexistente, se quedó parado y no hizo ni intención de bajar a recuperar la pelota, dejando un hueco decisivo.

El balón parado del equipo blanquivioleta es otra de las asignaturas pendientes. El cuarto tanto encajado llegó así con un Jorge Sáenz que entró completamente solo.

Malsa, ante el Leganés en Ávila (Foto: Sara Cabezas).

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  1. Ja js

    Muy acertado, y poco más vimos, lo más increíble es que no haya apenas gente del primer equipo, se ha hechado los chavales a los leones, para esto ni se juegan partidos

  2. J.C.F.V.

    En realidad el partido fue malo de solemnidad,primero porque hizo una alineación de circunstancias con once bajas de los presumibles titulares,segundo porque los de Baptista no terminaban de encontrar su sitio,es decír falta de calidad que no de ganas,además salieron los fallos de Asenjo y Malsa,tambien de David Torres pero eso es lo de menos,si se vio una buena preparación física a pesar del calor esto cambiará suponemos,el 1-4 es el reflejo de lo que falta por venír y de eso se aprovecho el Leganés,ni más ni menos.SIEMPRE PCLA