El Real Valladolid cayó en el Estadio de Ipurua contra la SD Éibar (5-1) en un humillante partido que le aleja de los puestos de ascenso. Por si la derrota fuera poco, la enfermería pucelana se llena más cada día que pasa y deja a Paulo Pezzolano sin apenas margen.
Pezzolano ya contaba con las lesiones de Javi Sánchez, Marcos André de Sousa y Raúl Moro para la visita a Éibar. A éstas se le sumaba la baja por indisciplina de Mickaël Malsa. Y, por si fueran pocas, el día de partido se conocía una nueva lesión: la de Robert Kenedy.
Si ya se hablaba del problema de profundidad de plantilla, sumado a las incógnitas de las lesiones, el partido empeoró aún más la situación. Aparte de la sonrrojante derrota, el Pucela perdió en Ipurua otros dos jugadores. Sergio Escudero, titular, se lesionó en el calentamiento y no llegó a jugar. El otro lateral, Luis Pérez, fue sustituido, lesionado tras sufrir una dura entrada. Además, Iván Sánchez también se retiró con molestias.
El técnico uruguayo, que vuelve a estar cuestionado, tiene enfrente un problema importante, con muchas bajas, sin confiar en la cantera y sin poder dar descanso a muchos jugadores. En pocos días el equipo viajará a Ibiza para jugar su partido de la Copa del Rey y el sábado recibirá al CD Tenerife en el Nuevo Estadio José Zorrilla.