Esta semana se han cumplido seis años desde que Ronaldo Nazário comprase el Real Valladolid. Durante este tiempo, el Club ha pasado por distintas etapas, desde la felicidad por los ascensos, hasta la decepción y malestar por descensos y otras cuestiones.
Fue en 2018, el 3 de septiembre, cuando se anunció que el brasileño se iba a hacer cargo de buena parte de las acciones de la entidad blanquivioleta. Tras haber conseguido un ascenso, la temporada siguiente comenzaba con un nuevo presidente y se consiguió mantener la categoría. Ronaldo apostó por no hacer grandes cambios, ni desembolsar grandes cantidades, manteniendo a gran parte de la plantilla, algo que no terminó de convencer a los aficionados pucelanos.
"¿Qué crees, que me compro un equipo y me voy de vacaciones?". Estas palabras pronunciadas por el protagonista en su primera rueda de prensa tras la compra del club pasarán a la historia. Tras seis años de presidencia, se puede afirmar que Ronaldo ha estado más lejos que cerca del Nuevo Estadio José Zorrilla, casi apareciendo únicamente en fechas señaladas.
"Competitividad, transparencia, revolución y social", dijo también aquel día. De estos cuatro propósitos, sólo se ha llegado a conseguir uno y se podría decir que el menos importante. Competitividad poca, casi siempre con plantillas que estaban faltas de calidad o no preparadas para competir contra determinados equipos. Transparencia inexistente, sobre todo, estos últimos años. Y una revolución que se pudo observar en su máximo esplendor durante el primer año.
Desde que llegase el astro brasileño al Real Valladolid, se han producido dos descensos y un ascenso. Pero, además, destituciones de entrenadores, situaciones complicadas con aficionados y enfrentamientos entre la grada y el Presidente.
Dos temporadas estuvieron marcadas por la crisis sanitaria del coronavirus. En la 2019/2020 el equipo sufrió el descenso a LALIGA Hypermotion del fútbol español en una de las temporadas más complicadas en cuanto ánimos y sensaciones del equipo, con choques continuos con la afición, sobre todo, por la no destitución del entrenador, Sergio González, tras la mala gestión del equipo.
Tan solo un año después el equipo consiguió el ascenso. Una temporada en la que equipo y afición estuvieron muy unidos, gracias fundamentalmente, a la figura de José Rojo, Pacheta.
La temporada 2022/2023 acabó con Pacheta fuera del Nuevo Estadio José Zorrilla. Esto se precipitó tras la abultada derrota en el Estadio Santiago Bernabéu. Ronaldo pensó en la llegada de Paulo Pezzolano al banquillo blanquivioleta, para intentar dar la vuelta a la situación, aunque no lo consiguió, y el equipo terminó en Segunda División.
La pasada temporada, entera con el uruguayo en el banquillo y Ronaldo fuera de Valladolid durante buena parte de la misma, el ambiente se empezó a caldear. Aunque la afición estaba ya descontenta por el cambio de escudo, entre otras cosas.
Este último año, a pesar del ascenso conseguido por Paulo Pezzolano, no fue fácil. Hubo momentos en los que el entrenador se enfrentó con la grada y los aficionados empezaron a ir contra él y Ronaldo, por no aparecer y no saber actuar como presidente del Club.
Los últimos meses de la pasada campaña sonó con fuerza una posible venta de la entidad por parte del brasileño. Finalmente, no llegó ninguna oferta satisfactoria y Ronaldo sigue al frente del Club como máximo mandatario.