El Real Zaragoza no ha estado solo en línea enemiga. Alrededor de 600 gargantas han empujado a los jugadores blanquillos durante los 90 minutos del duelo en El Sadar. Hasta cuatro autobuses, fletados por la Federación de Peñas, se han desplazado hasta Pamplona para ver en directo el duelo del conjunto aragonés contra el Osasuna que finalmente se ha saldado con un 1-1.
No es la primera vez esta temporada que el conjunto aragonés se encuentra con el cariño de su público en otros campos. Hoy, con el añadido especial del morbo que siempre tienen los encuentros en la capital navarra. Ni corta ni perezosa, la afición ha vuelto a responder con creces como ya hiciera la semana pasada, donde un gran número de valientes puso rumbo a Córdoba.
Desde poco después del mediodía, los desplazamientos desde Zaragoza han partido rumbo a Pamplona. Una vez allí, la afición blanquilla ha tenido una gran representación en las gradas de El Sadar. Por desgracia, la hinchada aragonesa no ha podido volver a casa con una victoria, pero el premio (en forma de empate) tampoco ha dejado un mal sabor de boca. No ha habido ningún incidente, según ha indicado la Federación de Peñas del Real Zaragoza, y sobre las 21.55 de la noche, los seguidores blanquillos han puesto rumbo de vuelta a casa.