La expedición del Real Zaragoza no salía de su asombro por la segunda tarjeta que vio Leandro Cabrera y que le supondrá perderse el importante partido del próximo fin de semana ante el Lugo. El equipo intentará recurrirla, pero lo ve complicado porque este tipo de acciones no las rearbitra el comité.
Corría el minuto 86 y Cabrera se adelantaba al delantero rival para rebañar un balón. El jugador osasunista se cae fruto del giro que ya no puede hacer sin balón y el colegiado, Eiriz Mata, no duda en sacarle la segunda cartulina amarilla que le mandaba a los vestuarios y que le supone perderse el próximo partido ante el Lugo.
Tanto el técnico, Lluis Carreras, que calificó directamente la tarjeta como “injusta”, como Gil, que dijo que no había “entendido esa tarjeta”, se erigen como portavoces de toda la expedición zaragocista que manifiestan en privado su indignación por esa jugada.
Los servicios jurídicos del club revisan concienzudamente el acta por si el árbitro cometió algún error en la redacción y aportará las imágenes del partido. Sin embargo, no hay mucha esperanza en que el recurso prospere porque este tipo de acciones no se suelen rearbitrar y si la interpretación del árbitro es que hubo falta ya no se suele cambiar. Cualquier roce puede ser tratado como contacto y si no es una acción completamente limpia no se suele anular la decisión tomada en el partido.
La baja de Leandro Cabrera es muy importante para el Real Zaragoza ya que es el jugador de campo que más minutos acumula junto a otro intocable como es Diego Rico. Carreras tendrá que jugar con Rubén o con Mario para suplir al bravo central uruguayo.