Quien tuvo, retuvo. Lluis Carreras no ha podido evitar jugar con los balones esta mañana, mientras esperaba a que sus jugadores saltasen al terreno de juego. El entrenador catalán ha estado tirando a puerta con los balones que había preparados. Luego ha ido más allá: ha intentado darle al larguero con el balón... pero no ha conseguido su objetivo.
Cuando parecía que iba a dejar los balones quietos, ha empezado a intercambiar pases con su ayudante, Sergio Dorado. Durante poco más de un minuto los dos han hecho gala de precisión -casi siempre- y han intercambiado pases largos. En definitiva, el entrenador del Real Zaragoza se ha divertido un poco con los balones antes de volver a lo serio: el entrenamiento con su equipo. Allí, la seriedad y la concentración han sido las protagonistas.