Cuando uno piensa en la delantera del Mallorca se le viene a la cabeza el nombre de Alfredo Ortuño, jugador que ha estado dentro de las filas del Real Zaragoza la primera parte del campeonato. Los baleares se hicieron con sus servicios en el mercado de invierno. Pero el equipo que ahora dirige Fernando Vázquez también fichó a un viejo conocido de la parroquia blanquilla: Adrián Colunga.
Si uno piensa en el ariete asturiano, el recuerdo es positivo. Aquel Real Zaragoza de José Aurelio Gay estaba en una situación horrible cuando llegó el parón invernal de la temporada 2009-2010. Hasta seis fichajes aterrizaron en la capital del Ebro para revertir la situación: Roberto, Contini, Jarosik, Eliseu, Suazo y Adrián Colunga. Este último terminó firmando siete goles y buena parte del mérito de la salvación fue suyo, aunque su presencia en los onces fuera algo irregular.
Después de aquella segunda vuelta loca, Colunga terminaba su relación con el Real Zaragoza. Había llegado en calidad de cedido y por donde vino se fue. Desde su marcha, fueron muchos los periodos de fichajes en los que el pequeño y veloz delantero sonaba para reforzar a un equipo aragonés que fue resistiendo hasta firmar el descenso, que ahora paga, en la temporada 2012-2013.
Colunga militó en el Real Zaragoza la segunda parte del curso 2009-2010 logrando un total de siete goles
Desde ese momento, Colunga ha sido un trotamundos infatigable. Ya lo había sido, de hecho, antes de llegar a Zaragoza. Había jugado en el Marino de Luanco, en el Pájara-Playas, en Las Palmas y en el Recreativo. Después de pasar por la capital del Ebro vivió una temporada y media en el Getafe, para después ser cedido al Sporting la segunda mitad del curso 2011-2012. En ese periodo de tiempo, y sumando campañas, sumó un total de 17 dianas.
Después, pasó otros dos años más en Getafe para jugar después -concretamente el año pasado- en el Granada. En enero ha aterrizado en Mallorca. Ha jugado cuatro partido y el pasado fin de semana por fin encontró portería. Lo hizo por partida doble y guiando al equipo balear en la goleada al Leganés que finalmente terminó con 3-0. Un atacante infatigable y camaleónico que el domingo volverá a pisar La Romareda una vez más.