El central catalán está cumpliendo en el partido entre Italia y España su partido oficial número 500, una cuenta en la que su paso por el Real Zaragoza supuso un auténtico punto de inflexión. Una experiencia, la zaragocista, que sigue presente en el jugador y que le sirvió para acabar en el FC Barcelona y la selección española.
Gerard Piqué forma parte de la historia del fútbol español como uno de los grandes centrales de la historia. Precisamente con el partido de este jueves, el central catalán suma ya 500 partidos oficiales con apenas cuatro conjuntos diferentes: 23 fueron con el Manchester United, 28 con el Real Zaragoza, 84 con la selección española y 365 con el FC Barcelona.
Son ya diez temporadas las que han pasado desde que un jovencísimo Gerard Piqué -con apenas 19 años- aterrizó en la capital del Ebro. Formado en la Masía, pronto tomó el camino hacia Inglaterra donde el Manchester United apostó con fuerza por él. Y tras apenas tres encuentros con los ingleses (94 minutos en total), llegó a Zaragoza. Una apuesta arriesgada por un jugador que apuntaba maneras pero que carecía por completo de experiencia. Aquel equipo contaba con Gaby Milito y Sergio Fernández como centrales titulares, dos jugadores experimentados junto a los que Piqué tuvo la oportunidad de disputar hasta 22 encuentros aquella temporada, en los que además anotó dos tantos.
La experiencia zaragocista no le sirvió para convencer a Sir Alex Ferguson, entrenador del United, que siguió sin darle excesivas oportunidades la siguiente temporada. Para lo que sí sirvió es para que el FC Barcelona volviera a fijar sus ojos en Piqué, repescándolo en el verano de 2008. Y desde entonces, todo es historia. 500 encuentros en los que el central catalán ha logrado todos los títulos colectivos tanto a nivel de club como de selección. Y todo, con un marcado sello blanquillo.