Es Noticia
Real Zaragoza
2-1
Oviedo

La revolución de Agné resucita al Zaragoza

Chesus Santamaría

Una tarde de fútbol en La Romareda siempre puede deparar muchas sorpresas, pero la que ha tocado vivir hoy no era imaginable ni en la mejor película de suspense. Las primeras sorpresas llegaron en el once que dispuso Raúl Agné, con la recuperación de Irureta para la portería, la oportunidad para Bagnack en el lateral derecho y la apuesta del canterano Xiscu por la banda izquierda. Un once revolucionario para salir de la crisis.

 
El inicio del partido transcurrió con los dos equipos estudiándose y corriendo pocos riesgos. El balón se movía lejos de las áreas y apenas había ocasiones de gol. El runrún se escuchaba en la grada cada vez que el Oviedo pasaba la línea del centro del campo, pero la verdad es que no llevaba peligro. Los asturianos perdieron por lesión a Michu después de que protagonizara el primer disparo del duelo.
En una de esas acciones en el tiempo de tanteo llegó el gol de Ángel. David Fernández comete un error en el control de un balón retrasado. El veterano central era el último defensa y Ángel aprovechó el regalo en una definición de mucha calidad. El canario siempre está muy atento en esas acciones.
Con el 1-0 el partido se desniveló ligeramente hacia la portería local. Linares y Pereira eran los jugadores más activos. Toché parecía más controlado por los defensas, en una defensa a la que volvía Marcelo Silva y en la que se notó su poso. Apenas un par de sustos ovetenses y el Zaragoza se serenó imponiendo su dominio en el partido.
Ángel tuvo el segundo gol tras una gran acción de Xiscu. El canterano se movía con velocidad y eso era suficiente para mejorar versiones anteriores de un equipo demasiado lento. Esta vez le metió un centro al segundo palo, pero el flojo remate del tinerfeño fue a las manos de Juan Carlos.
El Zaragoza se movía con libertad. Lanzarote corría a por un balón largo y Verdés llegó demasiado tarde, empleándose con mucha dureza contra el jugador del equipo aragonés. Prieto Iglesias le mostró la roja y el Oviedo se quedaba con un jugador menos y con un solo cambio para la segunda parte.
Los locales estaban obligados a aprovechar la oportunidad de reconciliarse con su público. La primera opción fue una buena oportunidad de Ángel y ,en la siguiente, el canario fue objeto de penalti. Lanzarote se asociaba con Cani y éste servía un balón de oro para el tinerfeño. Óscar Gil lo derribaba y el ariete conseguía el doblete anotando la pena máxima.
El Zaragoza quería más y se fue a por el partido. Ángel volvió a tener una ocasión clara y Xiscu estuvo a punto de estrenarse. Todos se apuntaban a la fiesta, pero el tercero no llegaba. Aún metería un pequeño susto Susaeta con un remate cruzado, pero el Oviedo no tenía fuerzas para más.
Sin embargo, en una falta directa en el minuto 85, los nervios volvieron a La Romareda. Varela recortaba diferencias y daba vida a su equipo. Los últimos minutos se disputaron sufriendo cerca del área de Irureta, pero al final se quedó la victoria en La Romareda.

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