Ante la delicada situación que atraviesa el Real Zaragoza por los últimos malos resultados, Raúl Agné y sus jugadores han llevado a cabo este miércoles una comida de hermandad a la que no ha faltado nadie. De ese modo, la plantilla aragonesa se conjura con intención de cortar la racha y sacar los tres puntos este domingo ante el Lugo en la que podría ser la última oportunidad para el técnico blanquillo.
Por ello, los futbolistas del cuadro zaragocista se han reunido hoy para comer juntos en el Restaurante Campo del Toro de Zaragoza. El objetivo de la misma ha sido hacer grupo de cara al trascendental encuentro que medirá esta jornada al equipo aragonés con el CD Lugo en La Romareda. Un partido vital para los intereses blanquillos y los del propio Raúl Agné.
Tres derrotas consecutivas han puesto al entrenador de Mequinenza contra las cuerdas y el choque frente a los gallegos podría ser determinante. El técnico es consciente de ello y ha unido a todos sus futbolistas para tratar de sacar la complicada situación adelante. Decimocuarto en la tabla, el Real Zaragoza quiere reengancharse a la pelea por el playoff y poner tierra de por medio con la zona peligrosa de la clasificación.
Además, el evento ha servido también para acelerar la adaptación de las últimas incorporaciones en este mercado de invierno (Valentín, Edu Bedia y Sebastián Saja). Una conjura que ha tenido lugar esta tarde y tras la sesión de trabajo llevada a cabo por los blanquillos hoy en las instalaciones de la Ciudad Deportiva. Una reunión a la que el equipo aragonés se agarra para intentar reconducir el rumbo.