Es Noticia
Real Zaragoza
1-1
Nástic

El Zaragoza no sale vivo del atraco de Figueroa Vázquez

Chesus Santamaría

Ya advertían desde Reus que es muy difícil que Natxo González repita una alineación y se está probando en cada partido. Ante el Nástic, la mayor novedad fue el cambio de pareja de Zapater en la sala de máquinas, que está vez formó junto a Eguaras. El técnico recuperaba a Febas y echaba mano de él, pero el equipo estuvo más bien espeso. Pero el protagonista fue Figueroa Vázquez. Arbitraje penoso y perjuicial para el equipo que construye. Muy malo.

 
El partido empezó con un Nástic muy bullicioso que buscaba la portería local con insistencia. A los dos minutos ya acumulaba dos llegadas peligrosas, una de ellas una falta en la que tuvo que emplearse a fondo Cristian. El encuentro entró en una fase de disputa en el centro del campo y los catalanes bajaron revoluciones de manera directa proporcional a la que el Zaragoza iba ganando terreno.
Los de Natxo González buscaban a Febas y a Buff, se encomendaban a Borja y vivían del trabajo de Toquero. La banda derecha era el camino que más se buscaba en esa dupla que forman el delantero vitoriano con Alberto Benito. Ambos se buscan y se encuentran, y los locales se aprovechan de esa simbiosis. Ya había avisado Toquero y en un saque de esquina botado por Buff, metió la cabeza para batir a Dimitriewsky y conseguir así su primer tanto con la elástica blanquilla.
Con el gol a favor, el Zaragoza se dedicó a tener la pelota sin arriesgarla demasiado. Sin embargo, en esa zozobra, el Nástic buscaba el empate. Barreiro probó a Cristian, que tuvo que hacer dos paradas de mérito para evitar el gol de la igualada.
El equipo aragonés se recompuso en los últimos minutos del primer acto. Febas hacía las delicias de la afición y protagonizó un jugadón en el que abusó de su calidad y no vio a Toquero desmarcado. Pero en La Romareda siempre se agradecen esos destellos de calidad.
La primera parte acabó con malas noticias. La lesión muscular de Benito, probablemente el jugador más en forma del equipo y la expulsión de Borja Iglesias tras ver dos amarillas inventadas por un penoso Figueroa Vázquez.
Con los regalos del trencilla, el Nástic salió a por todas en la segunda mitad. Cristian volvió a desbaratar una opción de Barreiro. Los catalanes asediaron a los de Natxo en su propia portería y el Zaragoza se defendía como podía. El técnico movió el banquillo. Lo hizo de una forma extraña. Quitó a Febas -que estaba tocado- pero también a Toquero -que siempre contagia en su ánimo. Entraron Guti y Papunashvili.
El asedio tarraconense era total. Había pocas ocasiones claras, pero estaban muy cerca del gol. El equipo local se puso el mono de trabajo, pero tanto tiempo en tu área... No quedaba otra. Todos defendían, Buff hacía de lujo un '9' improvisado y Papu arrancaba con veneno y a punto estaba de marcar el segundo, sobre todo en una acción personal que se encontró con el portero. Y defensa y más defensa...
Pero el show de Figueroa Vázquez no había acabado. Como el Nástic no podía con la muralla zaragocista, se propuso echarle una mano. El colegiado sevillano no pitó fuera de juego en la jugada del gol del empate que llegó en el minuto 87 por mediación de Mesa.
 

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  1. Mati

    Este árbitro no puede pitar más, por su bien y el de su familia.