El Real Zaragoza ha vuelto a trabajar por primera vez tras el empate cosechado en el encuentro liguero frente al Reus y lo ha hecho con una buena noticia, que ha marcado el inicio del entrenamiento, la vuelta del centrocampista polaco Wilk, que por primera vez ha entrenado junto a sus compañeros en esta temporada.
Un motivo de felicidad tanto para el jugador como para sus compañeros, que han recibido con algarabía al polaco. No hay que olvidar el calvario de lesiones que ha pasado Wilk desde su llegada al Real Zaragoza, que le ha impedido jugar apenas un puñado de partidos tras sufrir diversas lesiones graves en sus rodillas. Tras la última, el equipo aragonés decidió ofrecerle la renovación en uno de los mayores gestos de grandeza mostrada por el club en los últimos tiempos.
Más allá de la incorporación de Wilk, el entrenamiento ha estado marcado por el encuentro ante el Reus, que ha provocado la separación de la plantilla en dos grupos, como es habitual, diferenciando a titulares y suplentes en el último partido. Un grupo, el de los titulares, al que se han unido Raí y Zalaya. En cuanto a los suplentes frente al conjunto tarraconense, mayor nivel e intensidad de trabajo, especialmente teniendo en cuenta que se inicia la semana en la que se disputa la vuelta de la eliminatoria de Copa frente al Valencia, que a buen seguro servirá para ver a aluno de los jugadores menos habituales en los planes de Natxo.
El que no ha estado en esta primera sesión ha sido Mikel González, que se retiró con molestias musculares en la primera mitad del encuentro frente al Reus y se encuentra a la espera de conocer el alcance de las mismas tras las pruebas que se le practicarán a lo largo del día. Tampoco Zapater se ha ejercitado junto al resto de sus compañeros, realizando en su caso trabajo individualizado.