El Real Zaragoza ha trabajado en el estadio municipal de La Romareda en la primera de las dos sesiones de entrenamiento planificadas para este miércoles 3 de enero. El conjunto aragonés apura el tiempo para preparar el primer encuentro del año, el trascendental choque en la zona baja de la tabla frente al FC Barcelona B.
De entre lo más destacable de la sesión a puertas abiertas ha sido la figura del entrenador blanquillo, Natxo González. El técnico vasco parece consciente de la importancia del próximo encuentro, tanto para el equipo como para él personalmente, ya que de complicarse la situación incluso podría correr peligro su puesto.
Quizá por eso, o simplemente por el transcurrir del día a día del equipo, se ha podido ver un Natxo especialmente activo en el último entrenamiento. El entrenador ha permanecido siempre muy encima de sus jugadores, corrigiendo todo aquello que no le gustaba y alentando las notas positivas. Finalmente, el propio técnico ha sido uno de los más aclamados a la salida del equipo, obligado, como un jugador más a firmar autógrafos a los más pequeños.