El centro de la defensa, un rompecabezas

El fútbol volverá a La Romareda el próximo domingo con el encuentro de LaLiga 1,2,3 que enfrentará al Real Zaragoza con el CD Lugo. Un partido en el que el técnico local, Natxo González, volverá a sufrir un auténtico tormento para conformar su defensa, la línea en la que más dudas ha generado el equipo en las últimas fechas.

Más allá de las habituales rotaciones, que forman parte del libro de estilo del técnico vitoriano, la defensa es la línea más inestable del actual Real Zaragoza. Tanto las lesiones como el bajo rendimiento de alguno de los jugadores han obligado a Natxo a cambiar las piezas de forma constante en busca de una solidez que no acaba de llegar.
Y es que en el encuentro frente al CD Lugo se podría introducir una nueva variante, con un centro de la defensa compuesta por Mikel y Perone. Una prueba más de las dudas del entrenador para una zona sensible del campo. Una zaga por la que desde que comenzara la temporada han pasado un buen puñado de parejas. Comenzó en Tenerife con la dupla Valentín-Grippo; en la tercera jornada se introdujo la Grippo-Verdasca, la que se ha repetido en más ocasiones. Pero la lesión de Grippo en Lugo introdujo un nuevo cambio, para la primera oportunidad de ver juntos a Verdasca y Mikel. Tras ser expulsado, el portugués dejó su puesto durante dos jornadas para una nueva variante, la Mikel-Grippo. Por último, el pasado fin de semana pudo verse la entrada de Perone en el once, acompañado nuevamente de Verdasca.
Sin embargo, en el partido del próximo fin de semana se abre un nuevo horizonte. A la falta de adaptación de un recién llegado Perone se le suma el bajo rendimiento mostrado por Verdasca durante las últimas semanas y la vuelta a los terrenos de juego de Mikel González. Vista la experiencia, pareciera que el portugués es un fijo y que la duda está en su acompañante en el centro de la zaga. Pero los planes de Natxo son inescrutables y sólo con la confirmación del once se sabrá cual es la intención del técnico blanquillo.