El Zaragoza cuida poco a su filial

El filial del Real Zaragoza está viviendo una temporada para olvidar. Desde que el equipo se pusiera en marcha en verano hasta ahora se acumulan los despropósitos. La última decisión del club es que hagan los desplazamientos en el día y ya se han 'chupado' los 320 kilómetros hasta Sabadell y los 500 que hay hasta Elche. 

El Deportivo Aragón milita en el grupo tercero de la Segunda división B y es colista con tan sólo una victoria y diez empates. César Laínez es el entrenador tras haber cerrado la temporada con el primer equipo el curso anterior. Las decisiones tomadas por la dirección deportiva sobre la confección de la plantilla ya generaron las primeras controversias. Se rompió el bloque que consiguió el ascenso a la categoría de bronce y se produjeron una serie de incorporaciones de futbolistas de fuera que no han aportado nada.
El equipo deambula por la categoría y hasta hace unas semanas se había visto que competía en todos los partidos. El club decidió en diciembre que jugaran con el filial Zalaya y Raí, que en teoría estaban en exclusiva con la primera plantilla. Ha vuelto Nick Buyla, que estaba cedido en el Tudelano. Pero no se han realizado movimientos para intentar el milagro de la salvación. La última decisión que ha tomado el club es que se viaje en el día, un desprecio absoluto hacia la punta de lanza de la cantera. El viaje a Elche fue un calvario y el próximo, que es a Alcoy, pinta de la misma manera. 
Laínez ya ha mostrado su malestar en varias ocasiones e incluso ha propuesto dejar el equipo. La situación es insostenible, pero sobre todo inentendible. ¿Así se cuidan a perlas de la cantera como Zalaya, Nieto, Adán, Forcén o Raí? ¿Es la Tercera división el mejor destino para la hornada de juveniles que se están saliendo en División de Honor? La dirección deportiva tiene mucho trabajo con el primer equipo, pero también con el filial si en su proyecto figura cuidar el patrimonio que hay en la cantera.