El estadio municipal de La Romareda volverá a abrir sus puertas el próximo domingo para recibir al mejor Real Zaragoza de las últimas temporadas, que buscará sumar su séptima victoria consecutiva, frente al colista de la tabla clasificatoria, un Sevilla Atlético que se presenta como víctima propiciatoria para los intereses blanquillos.
Un encuentro que quizá en otro momento no poseería un atractivo especial, pero que en estos momentos se ha convertido en el centro de los focos para una afición que comienza a ver a su equipo como un candidato real al ascenso y que confía incluso en las posibilidades de alcanzar las posiciones de ascenso directo.
Una esperanza que se ha visto acrecentada durante las últimas semanas, algo que además se traduce en la asistencia al coliseo zaragozano. Así, en las dos últimas jornadas en las que el Real Zaragoza ha jugado como local, el estadio ha presentado entradas superiores a los veinte mil espectadores. Una cifra que se presume excesiva para el compromiso frente al filial sevillista, pero que muy probablemente no andará lejos. Según las cifras anunciadas por el club, a dos días para la disputa del encuentro ya se han vendido cerca de dos mil entradas, por lo que La Romareda volverá a vestirse de gala.