El Zaragoza resiste y se reconcilia con el triunfo

Era una incógnita ver cómo saldría el Real Zaragoza tras el tropiezo inesperado ante un colista plagado de bajas en La Romareda la semana pasada. Ver si había aprendido la lección y había tomado buena de los errores. Comprobar si la derrota ante el Sevilla Atlético fue un bache puntual o el inicio de una dinámica en negativo. 

León esperaba al león y en los primeros minutos los aficionados que se desplazaron hasta el estadio del Reino pudieron comprobar que el Zaragoza recuperaba el pulso de su estilo. Sin gran espectacularidad. Sin gran clarividencia. Pero lo cierto es que los blanquillos (con la camiseta tomate esta vez) recuperaban su versión ganadora. 
En la primera parte, y tras unos minutos de tanteo, los de Natxo González combinaron y llegaron ante una Cultural que también planteó batalla. De hecho, las primeras ocasiones claras fueron los locales que a través de Antonio Martínez pudieron golpear primero. Su remate a bocajarro pudo ser el 1-0, pero se encontró con la figura de Cristian, que sigue sin perder la inspiración y eso sujeta, en muchos momentos, a esta versión del Real Zaragoza. 
De lo que pudo ser un gol en contra, pocos minutos después el equipo aragonés tuvo la suya y no la desaprovechó. Un pase largo y medido de Javi Ros, que ocupaba la posición del sancionado Eguaras, dejó a Borja camino para correr y batirte el cobre con la defensa y el guardameta. Con suspende, aunque también con gran belleza, el gallego adelantó al Real Zaragoza con el que es ya su XX gol en Liga. 
Tras golpear primero, el encuentro no tuvo mucho más. Se afeó aún más la contienda, situación en la que el Real Zaragoza se sintió cómodo y situación en la que contagió al conjunto leonés. La Cultu no podía encontrar portería y se enredó en el centro del campo, donde el equipo de Natxo deseaba que ocurrieran la gran mayoría de las cosas. 

Nervios, expulsiones y otros factores

Si el Zaragoza tenía planteada una segunda parte sin sobresaltos, los planes salieron al revés por completo. Buff ya no se encontraba demasiado bien en la primera mitad y nada más comenzar el segundo acto fue sustituido por Papu. Minutos después, Benito también decía basta y dejaba su sitio en el campo a Delmás. 
Entre tanto, la Cultural Leones dio un paso al frente y escapó de esa trampa en el centro del campo que había ideado el Real Zaragoza en la primera mitad. Tuvieron sus opciones y sus ocasiones. Borja y Pombo salvaron dos balones casi sobre la línea de gol. También reclamaron los leoneses dos penaltis. Uno por presunta mano de Pombo. Otro por presunto empujón de Verdasca sobre Rodri. En ninguna de las dos acciones picó el árbitro.
En esos arreones, la Cultural Leonesa se quedaba con diez jugadores tras una durísima entrada Zuiverloon sobre un Papu al que le costó entrar en el partido, pero en el que a cuentagotas participó de las pocas acciones ofensivas que tuvo el Real Zaragoza en la segunda mitad. Fue contra uno menos cuando los aragoneses pudieron contemporizar un poco los tiempos. Pero hasta eso duró poco, porque Grippo también sería expulsado. Dos acciones dura, por no medir bien, igualaron las fuerzas en la recta final.
Así, y con la entrada de Mikel al campo para recomponer la zaga, el Real Zaragoza sobrellevó como pudo todos esos factores. Aguantando el tipo, sin brillo, pero con un objetivo entre ceja y ceja. Los tres puntos. Y finalmente se consiguieron.
Gracias a la solvencia de esa defensa recompuesta y a las ayudas de hombres como Javi Ros, que incluso dio el susto en el descuento con un feo choque cabeza con cabeza. Reconciliación con el triunfo tras el serio tropiezo de la semana pasada y, de nuevo, licencia para soñar y para seguir abonado a la zona alta de la tabla.