Por primera vez en su historia, Real Zaragoza y SD Huesca disputarán un derbi en La Romareda con el objetivo de ascender a Primera división. En la temporada 2008-09 el Huesca viajó a Zaragoza para sacar un empate a dos ante el Real Zaragoza de Marcelino García Toral. Entonces los blanquillos luchaban por el ascenso y los azulgranas por la permanencia. En 2015 misma situación: los dos equipos luchando por objetivos muy dispares y empate con muchos goles, a tres. La temporada pasada, un gol de Casado hizo que el Real Zaragoza ganara 'in extremis' a sus vecinos oscenses, pero entonces nadie podía prever que el conjunto de La Romareda lucharía por no bajar a Segunda B.
Este sábado sin embargo, los dos equipos se citan en todo lo alto. Para tomar conciencia de lo que supone ver a estos dos equipos luchando por ascender a Primera división, sólo hay que echarle un vistazo a los duelos del Huesca contra el filial del Real Zaragoza desde los años noventa y ya muy entrado el XXI. En ellos se aprecia un claro dominio del segundo equipo zaragocista ante un Huesca que vivía a caballo entre la Tercera división y la Segunda B.
En total, 14 duelos de Liga en Tercera y Segunda B entre el Huesca y el Real Zaragoza B (hoy Deportivo Aragón) y solamente dos victorias oscenses, la última en 2006 por 0-2. El filial zaragocista se impuso nueve veces al Huesca, y empató otras dos.
Si se puede decir que el segundo equipo del Real Zaragoza dominó al Huesca hasta 2006, también se puede retroceder hasta el último año del Huesca en Tercera división, en la temporada 2003-04. Entonces los oscenses visitaron Zaragoza para medirse al Universidad, que por aquellos tiempos hacía de Real Zaragoza 'C'. El resultado fue un empate a cero en la jornada 29. Aquel año el Huesca se clasificó para los play off gracias a tres victorias en las tres últimas jornadas ante equipos de la provincia de Zaragoza: el Monzalbarba, el Mallén y el Santa Isabel.
Ahora los oscenses visitan la capital del Ebro para demostrar que pueden subir a Primera división ante el primer equipo de aquel Universidad de Zaragoza contra el que no pudieron hace poco menos de 15 años, en 2004. Un ejemplo de crecimiento, de que en el fútbol nada es imposible. Una trayectoria digna de aplauso.