En una semana en la que Natxo González trabaja con la práctica totalidad de sus jugadores de cara a preparar el derbi frente a la SD Huesca, son las sanciones las que mantienen en vilo al técnico vitoriano. Las ausencias de Grippo y Delmás se tornan fundamentales ante la posibilidad de que jugadores como Benito o Verdasca puedan arrastrar problemas físicos.
En una jornada de jueves en la que el entrenador blanquillo ha acogido con agrado al lateral catalán, un Alberto Benito que no había trabajado junto a sus compañeros desde que fuera cambiado en el Reino de León; Natxo ha tenido que ver como otro de sus defensas, Diogo Verdasca, encendía las alarmas.
Lo cierto es que el portugués ha comenzado el entrenamiento como uno más, sin aparentes muestras de dolor, salvo algún estiramiento de su rodilla derecha. Una articulación que preocupa después de ver como Verdasca lucía un aparatoso vendaje. Lo que en otro momento no pasaría de ser una anécdota, en esta ocasión resulta un dolor de cabeza para el cuerpo técnico, que en caso de lesión del joven central, quedaría únicamente con Mikel González y Perone para cubrir el centro de la zaga.