El Real Zaragoza vive una semana atípica, en la que abrirá la jornada en LaLiga 1,2,3 con su enfrentamiento en Reus, el próximo viernes. Una situación que obliga a acelerar la preparación para llegar en las mejores condiciones posibles a un partido vital en las aspiraciones del equipo aragonés de mantener una plaza de promoción por el ascenso.
Un partido para el que Natxo González podrá contar con la práctica totalidad de la plantilla a excepción de Simone Grippo, que sigue al margen del grupo trabajando para volver cuanto antes tras el esguince en la rodilla que se produjo en el partido frente al Rayo. Por lo demás, todos los jugadores han trabajado con normalidad, incluido Julián Delmás, que se perdió el último encuentro debido a una amigdalitis.
Una sesión en la que el balón a tenido especial relevancia. Tras una prolongada sesión de vídeo, el equipo blanquillo ha saltado al césped de la Ciudad Deportiva para llevar a cabo la parte práctica del entrenamiento. Se ha trabajado la circulación de balón y las vías por las que tratará el Real Zaragoza de quebrar la muralla defensiva de un Reus que suma ya seis encuentros consecutivos sin encajar en su estadio.