El Real Zaragoza ha trabajado por última vez en la Ciudad Deportiva antes de poner rumbo a Reus, donde disputará en la noche del viernes su encuentro correspondiente a la jornada 37 de LaLiga 1,2,3. Los de Natxo González buscarán una nueva victoria en un campo complicado para mantener la posición actual de promoción por el ascenso.
Como en otras ocasiones a lo largo de la presente campaña, el equipo se desplazará hasta la localidad en la que se disputa el choque, en este caso Reus, en el mismo día, aprovechando la cercanía y la posibilidad de viajar en tren en algo más de una hora. Por esta razón, desde el cuerpo técnico se han querido apurar las horas al máximo, entrenando hasta en cuatro ocasiones en los tres días en los que ha estado disponible el equipo.
Este jueves, como ha sucedido en casi todas las sesiones de la semana, el técnico ha podido contar con la plantilla al completo, salvo el lesionado Grippo. Una sesión con carga física en la que Natxo no ha querido dar pistas de cual serán sus armas para tratar de derribar el muro defensivo del Reus, que suma ya seis jornadas sin encajar como local, convirtiendo su estadio en un auténtico fortín.