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La importancia ofensiva de Diogo Verdasca

Verdasca presiona junto a Mikel a un rival (Foto: Dani Marzo).
Manu González

No deja de crecer Diogo Verdasca en el Real Zaragoza. Si en los últimos meses, tras un inicio de temporadas lleno de dudas, había aumentado su solidez defensiva, el portugués se muestra ahora también como un buen arma en ataque. Su velocidad, su atrevimiento y su alegría con el balón hacen que contribuya directa o indirectamente a alcanzar el gol. Su penalti provocado en el que fue el tercer tanto del partido de Borja Iglesias contra el Valladolid llegó por rasmia, fe, coraje. No es fácil ver a un defensa entrando con tanta decisión en el área rival hasta ser derribado. Una jugada que fue clave en el devenir de un encuentro que le dio el play off al Zaragoza.

 
En la memoria más reciente del aficionado estaba su maravillosa carrera con el balón en Reus que, tras una pared con Borja, acabó con el balón en el poste y el gol a bocajarro de Gaizka Toquero. Ejemplo de lo que Verdasca es capaz, ahora que encima se siente muy a gusto con un Mikel González que le aporta seguridad y tranquilidad en el centro de la zaga.
Su primera gran aportación ofensiva tal vez llegara en una victoria que a la larga ha sido muy importante esta temporada: un 3-2 contra el Rayo Vallecano en noviembre que fue agua en el desierto de resultados que atravesaba Natxo González por esa época. El portugués robó un balón en  casi los tres cuartos de campo anticipándose a su rival rayista cuando el equipo madrileño estaba saliendo al ataque. Esto les pilló en plena basculación, desordenados. El balón le llegó a Ángel Martínez, quien conectó arriba con un Borja Iglesias que de espaldas le pasó al esférico a Febas para que marcara desde la frontal del área. 
Un ejemplo claro de lo importante que es la velocidad de un central que se anticipa, al que le gusta avanzar metros con el balón e intenta sacarlo jugado para romper las primeras líneas del rival, asunto muy importante para un equipo que ataca tanto por dentro como el Zaragoza. Le falta estrenarse, eso sí, en una faceta: la goleadora. El año pasado marcó con el Oporto B un gol en la segunda portuguesa, en el duelo de filiales contra el Sporting Portugal B.

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