El Real Zaragoza ha vuelto a la Ciudad Deportiva en un día de trabajo que seguro que habrá sido más fácil que de costumbre. Y es que debe dar gusto afrontar la semana sabiendo que, como mínimo, vas a ser cuarto. Tras el enorme esfuerzo físico del partido contra el Real Valladolid (que encima se jugó con diez más de media hora), la sesión ha sido de recuperación.
Un ambiente distendido, alegre, que ha tenido como ausencia a Alain Oyarzun, como viene siendo habitual.