Son días de máxima expectación en el entorno del Real Zaragoza. Medios agolpados a las puertas de la Ciudad Deportiva y los móviles de los jugadores echando humo con peticiones, mensajes de ánimo y vídeos motivacionales. Algo de lo que ni siquiera el capitán, Alberto Zapater, es capaz de escapar ante la inminencia del partido frente al Numancia.
Por supuesto, estos días la mirada de la afición va inevitablemente más allá, pensando en un hipotético ascenso. Un día que Zapater mira con recelo, evitando incluso pensar en la gente de la que se acordaría en un momento así “ya llegará el momento de pensar en eso”.
Y por otro lado, las apuestas. La afición le pide un compromiso al capitán, “me están metiendo caña con las redes sociales, que si me haría. Les digo que sí para que se callen” y sube la apuesta aunque parece descartar cumplirla “por decir, he llegado a decir de meterme en pelotas al Ebro pero…no”. La apuesta que sí tiene clara Zapater es la de “cada día intentar dar lo máximo para que todo salga bien”. Y por supuesto, no renuncia a lo más importante, “lo que hay que hacer es ascender y celebrarlo”.