La afición del Real Zaragoza vive pendiente del estado físico de su goleador y uno de los principales referentes del equipo, Borja Iglesias. El delantero gallego lució un aparatoso vendaje en su pierna izquierda el pasado miércoles y las molestias en la zona le hicieron trabajar a menor ritmo en la sesión del jueves, encendiendo las alarmas de muchos.
Para tranquilidad de la parroquia blanquilla, Borja Iglesias ha vuelto a trabajar como uno más en la última sesión preparatoria antes del partido frente al CD Numancia. El gallego se ha hecho esperar, siendo el último en saltar al césped de La Romareda, pero lo ha hecho con la sonrisa habitual, signo inequívoco de que las molestias van a mejor y le permitirán estar al máximo contra el equipo soriano.
No ha sido el único que ha vuelto, también lo ha hecho Íñigo Eguaras. Otra de las piezas claves en los esquemas de Natxo González y otro de los jugadores que más minutos de juego acumula, también descansó el jueves y ha trabajado el viernes. Buena muestra de que nadie se quiere perder la penúltima batalla en La Romareda con el rumbo puesto en el ascenso a Primera.