Una mañana de piernas vendadas

La promoción es una auténtica tortura. El formato, hecho para el gozo y disfrute de todo aquel aficionado cuyo equipo no se encuentre implicado, es el último resquicio de una temporada larga a la que los jugadores llegan con el físico justo y en el que la tensión de los últimos encuentros puede ser motivo de lesión sin excesivo esfuerzo.

Esto es algo que se nota en los encuentros, dominados habitualmente por el equipo que llega en mejor estado físico. Algo que Natxo González sabía y por lo que decidió rotar en el último encuentro de la liga regular. Pese a todo, no son pocos los jugadores de la plantilla aragonesa que arrastran algún tipo de molestia, algo que ha estado condicionando los planes del técnico durante los últimos días.
En el último entrenamiento preparatorio para la vuelta frente al CD Numancia se ha podido ver a Borja y Eguaras, que se ausentaron en la sesión del jueves. Además, varios de los integrantes del plantel blanquillo han lucido distintos vendajes. Perone, justo debajo de su rodilla derecha; Verdasca, en el muslo derecho; Alain en la pierna derecha y Buff en la izquierda y por último Grippo, que mantiene una mínima protección en la rodilla izquierda.
Todo esto en una sesión, que como no podía ser de otra manera, ha sido especialmente suave. Algo de físico y los elementos preparados para el futvoley, una de las actividades más esperadas para un equipo en el que reina el buen ambiente.