El gran papel de la afición tras el partido

Unidos en la derrota. La eliminación del Real Zaragoza contra el Numancia mostró la verdadera naturaleza de la afición zaragocista. "Orgullosos de nuestros jugadores", cantaba toda la grada mientras los jugadores se lamentaban con la mirada perdida y brazos en jarra. La hinchada zaragocista intentó sacar fuerzas de donde no las había y entonó el himno a capella. Estaba orgullosa de sus jugadores y así se lo demostró.

 
También hubo mensajes a Borja Iglesia y a Cristian. "¡Quédate!", gritaba la afición. Un ambiente de piel de gallina, una unión en entre jugadores y aficionados que hacía años que no se veía. Una íntima comunión dentro del dolor.