El Real Zaragoza cosechó un valioso empate frente al Villarreal. El equipo aragonés plantó cara a un equipo que disputará competición europea la próxima temporada y lo hizo, además, en el ensayo de una nueva formación. Imanol Idiakez le cambió la cara al equipo en lo que bien podría ser un ejemplo de cara al debut liguero.
El tiempo apremia y la excelencia queda todavía lejos. Algo normal si consideramos que el nuevo Real Zaragoza está apenas dando sus primeros pasos. Sin embargo, la herencia de la pasada campaña, en la que se rozó el ascenso, deja una buena base desde la que crecer. Hasta la fecha, Idiakez había respetado el legado de su predecesor, Natxo González, que tras meses de pruebas acabó dando con la tecla, un rombo en el centro del campo que optimizaba las características de la plantilla aragonesa.
El problema principal con el que cuenta en estos momentos Idiakez son las bajas. La pretemporada ha dejado a su paso un reguero de víctimas, que ha afectado muy especialmente al centro del campo del equipo aragonés. Tres piezas que se presumían fundamentales, como Eguaras, Zapater y Guti apenas han pisado el verde en las últimas semanas. Ante semejante tesitura, el entrenador se ha visto obligado a buscar diferentes alternativas.
La última, el cambio de esquema. Si hasta la fecha se había buscado encontrar el encaje de los jugadores en diversas posiciones, frente al Villarreal se trató de encajar el esquema en función a los futbolistas disponibles. Pese a todo, Verdasca siguió mostrando sus carencias en una posición que le es ajena y a la que no acaba de acostumbrarse, la de pivote. Por delante, una línea de cuatro y un único delantero.
Tras una primera parte en la que el equipo no acabó de encontrarse a gusto, en la segunda la versión blanquilla mejoró notablemente. Con la entrada de Torras para llevar la manija y el aumento de una presión bien coordinada, el Real Zaragoza se hizo con el esférico. Una vez poseído el balón, apenas quedaba esperar la conexión entre jugadores de calidad. Así llegó el gol de Pep Biel tras asistencia de Buff. Y así también las ocasiones de Soro.
Por el momento, habrá que considerar el de Villarreal como un partido más. Una prueba de lo que se puede llegar a ver en partido oficial. Pero bien es cierto que ante la búsqueda de soluciones, bueno es comenzar cuanto antes, pues en esta campaña, en el que el nivel de competitividad parece haber aumentado respecto de las anteriores, no hay tiempo que perder y el Real Zaragoza debe tratar de conquistar los puntos cuanto antes.