Tras iniciar la temporada con tres partidos de buen nivel, el Real Zaragoza afrontará ahora dos pruebas duras, tanto por los rivales que tendrá enfrente como por el hecho de disputar ambos encuentros lejos de La Romareda. Una circunstancia que siempre dificulta alcanzar buenos resultados.
Y es que el equipo aragonés ha conseguido hacer de su estadio un auténtico fortín. Salvo un par de puntos negros de importancia como fueron las derrotas ante el Sevilla Atlético y la más importante, la de la promoción frente al Numancia, los blanquillos han hecho de su gente un jugador más para alcanzar una regularidad que hacía tiempo que no se recordaba. El reto ahora será lograr dos buenos resultados fuera de casa en las visitas a Oviedo y Almería.
Una circunstancia habitual en el calendario, pero que esta campaña llega especialmente pronto. Durante las temporadas que el Real Zaragoza suma en este trayecto en Segunda, la doble salida no suele traducirse en buenos resultados. En la primera campaña, la 2013/14, hubo que esperar hasta las jornadas 25 y 26, con las visitas a Lugo (1-0) y Tenerife (1-1), en las que se sumó apenas un punto. En la siguiente, no fueron dos sino tres los partidos seguidos disputados lejos de La Romareda. Hubo de todo, victoria en El Sadar (0-1) en partido aplazado por la nieve, empate en Sabadell (0-0) y goleada en Vitoria (4-0), todo ello entre las jornadas 23 y 26.
Entre los mejores registros se encuentran los de la temporada 2015/16. En los primeros encuentros con Lluís Carreras en el banquillo del Real Zaragoza, en las jornadas 25 y 26, el equipo aragonés visitó a Córdoba (0-2) y Osasuna (1-1), con cuatro puntos que sirvieron para tratar de elevar el vuelo de un equipo venido a menos. La campaña 2016/17 es la peor de este trayecto por Segunda y también lo es en este aspecto. En las jornadas 21 y 22 el equipo aragonés visitó a Tenerife (1-0) y UCAM (1-0), en dos partidos que supusieron el principio del fin de Raül Agné al frente de los blanquillos.
La pasada temporada la doble salida llegó a final de año, en las jornadas 19 y 20. En plena depresión, el Real Zaragoza apenas pudo empatar en Albacete (0-0) y caer en Valladolid (3-2). Pese a los malos resultados, aquello supuso un punto de inflexión que provocó la reacción tardía del equipo hasta alcanzar puestos de promoción por el ascenso.
En esta ocasión, y por caprichos del calendario asimétrico, no sucederá en una sino en dos ocasiones. Será esta la primera, aunque en febrero volverá a repetirse con las visitas a la UD Las Palmas y CD Lugo. Ahora, los viajes a Oviedo y Almería tienen que servir para afianzar las ideas que se han mostrado durante las primeras jornadas y que tan buen sabor de boca han dejado, pese a no acabar de lograr los mejores resultados.