Los entrenamientos en la Ciudad Deportiva dan para bastante más que únicamente para poner en común las ideas del entrenador. Frente a la rutina, la plantilla del Real Zaragoza ha formado una familia que trata de divertirse con todo lo que hace. Entre otras cosas, jugando al baloncesto.
Al fin y al cabo hablamos de deportistas. No son pocos los jugadores de fútbol aficionados al deporte de la canasta, tanto a la NBA como a los equipos locales. Solo cabe recordar la asiduidad con la que es posible ver jugadores blanquillos en el Príncipe Felipe siguiendo las evoluciones del Tecnyconta Zaragoza. Mención especial a Borja Iglesias, que la temporada pasada se convirtió en un fijo siempre que la agenda lo permitía.
No sabemos cómo andará el gallego de puntería de cara a canasta, pero sí que se ha podido ver la habilidad de otros jugadores durante la mañana del miércoles. La iniciativa ha surgido de Pombo. El canterano es siempre de los más animados durante los entrenamientos y aprovechando la presencia de un par de canastas y un balón de baloncesto, no ha dudado en probar. Pese a mostrar buen estilo, lo cierto es que le ha costado anotar. Peor sensación ha dejado Alberto Benito, que se ha sumado a la ronda de tiro sin demasiado éxito.
Sin duda la nota destacada ha sido para Álvaro Vázquez. El de Montgat, localidad cercana a Badalona, de larga tradición baloncestística, ha mostrado el mayor acierto de la mañana. Tres tiros consecutivos anotados y de vuelta al césped para comenzar el entrenamiento. Mención aparte también para Javier Chocarro, uno de los preparadores físicos que también se ha mostrado certero con el balón en las manos.
Apenas una anécdota de un entrenamiento pero que sirve para ejemplificar el buen ambiente que se vive dentro del vestuario del Real Zaragoza.