Vuelta al trabajo para el Real Zaragoza después de una merecida jornada de descanso tras la victoria en el Carlos Tartiere y el largo desplazamiento hasta Oviedo. Un regreso marcado por la falta de tiempo ante la inminente eliminatoria de Copa del Rey que se disputará en la noche del miércoles en el estadio municipal de La Romareda.
Una situación que ha obligado al cuerpo técnico a variar algunas de las rutinas que se han ido asumiendo desde el inicio de la temporada. Para empezar, la presencia del vídeo en la primera sesión. Y es que antes incluso de saltar al césped, el equipo se ha reunido en la sala de prensa para revisar el material con el que estudiar a su próximo rival.
Tras la teoría, la práctica. El equipo también se ha visto obligado a cambiar de campo ya que el habitual del primer equipo no se encuentra en condiciones. Así, los de Imanol Idiakez se han ejercitado en el habitual del Deportivo Aragón. Lo han hecho además con el balón de la Copa, que no ha parecido convencer demasiado a los jugadores.
Tras los primeros estiramientos, mucho balón. Como es habitual, el esférico ha sido protagonista y lo seguirá siendo, pues el Real Zaragoza ha demostrado que es capaz de mostrar un rendimiento óptimo desde la posesión del balón. Para ello además, será fundamental la presencia de Eguaras, que tras estirar en solitario se ha reincorporado al trabajo del grupo, aunque su situación exige la máxima precaución. Los que no han estado presentes en el entrenamiento han sido los dos lesionados que siguen en proceso de recuperación de sus respectivos problemas físicos, como son Raúl Guti y Gaizka Toquero.