Sin perdón para Natxo

Si algo tiene La Romareda es buena memoria. Con los buenos futbolistas, con los exzaragocistas que en su día dejaron un gran recuerdo y, sobre todas las cosas, con los traidores. Se esperaba pitada a Natxo González por el respetable del Real Zaragoza y así sucedió. Ya a su llegada en el bus de los gallegos fue abucheado e increpado por varios aficionados. Dentro del municipal, el recordatorio a su desleal salida fue aún mayor.

Para buscar una explicación a los abucheos y silbidos que se llevó el entrenador del Deportivo de La Coruña hay que remontarse al curso pasado. El Real Zaragoza, tras ganar al Barcelona B, terminaba tercero la Liga y se aseguraba el factor campo para todo el play off. Todo pintaba bien. Pero algo se entrometió.

Natxo y el cuadro coruñés llegaron a un preacuerdo que saltó a la palestra en el peor momento posible. El Real Zaragoza tenía que afrontar su eliminatoria contra el Numancia y esta bomba caía en el vestuario. Tristemente el resultado en la primera eliminatoria no pudo ser peor y el conjunto aragonés no superaría al Numancia, quedándose un año más -el sexto consecutivo- en LaLiga 1|2|3.

La memoria de La Romareda

Así pues, Natxo ya fue increpado por varios aficionados desde el momento en el que bajó del autobús a las puertas del estadio de los blanquillos. Algunos aficionados que se encontraban en los alrededores, se encargaron de recordarle su no tan lejana traición y su abandono por la puerta de atrás del vestuario blanquillo.

Dentro de La Romareda, y antes de que la pelota empezase a rodar, desde la megafonía del municipal se anunciaba el once del equipo rival, algo habitual en todos los partidos, y finalmente se informaba al público también del nombre del entrenador del equipo rival. En este caso, obviamente, Natxo González. Fue la primera gran pitada que escuchó el técnico vitoriano en su regreso a Zaragoza, ya dentro del campo.

Antes, al menos, pudo tener el consuelo de saludar a viejos conocidos que dejó en su etapa la temporada pasada con los que sí guarda una buena relación. Ya con el balón en juego, fueron varios los momentos del encuentro en el que el público de La Romareda volvió a recordarle al técnico vasco su precipitada salida del Real Zaragoza. Fue el regreso de Natxo a una Romareda que, como siempre, nunca olvida. Ni para lo bueno, ni para lo malo.