El Real Zaragoza visita Almería con las maletas cargadas de ilusión y la moral por las nubes tras sus últimos resultados. La goleada de Oviedo (0-4) tiene mucho que ver, pero también la victoria y puesta en escena de Copa del Rey ante el Deportivo de La Coruña, Pero los más precavidos también le ponen el calificativo de partido trampa porque los andaluces están en problemas y tienen la obligación de despertar.
El técnico ha dejado claro que iba a confiar en los mismos jugadores que conquistaron de manera brillante el Carlos Tartiere en la última jornada liguera. Es decir, Verdasca se consolida en su posición natural de central y deja el timón del equipo a un Javi Ros que lleva varios partidos muy acertado. También se espera una versión mejorada de Zapater, con más minutos en sus botas y más chispa.
Por pedir que no quede, pero el zaragocismo también espera que se vuelva a ver ese gran nivel de James Igbekeme y que le llevó a ser el MVP de la jornada. De los de arriba, lo mismo. Pombo está siendo clave esta temporada, Álvaro Vázquez están con el gatillo preparado y Gual tiene muchas ganas de marcar.
El equipo llega a esta quinta jornada sin perder un partido. Ha ofrecido cuatro duelos en los que ha sido superior. Ante el Rayo Majadahonda pudo golear, ante la UD Las Palmas mereció ganar y sólo se le pudo pedir algo más en la igualada ante el Reus. Pero en líneas generales está firmando un buen arranque.
Enfrente estará un Almería en problemas. Los andaluces están clasificados en la vigésima posición. Esto acaba de empezar y no conviene mirar la clasificación, pero tan abajo hay urgencias y se espera que salgan a por todas en los primeros minutos del choque. Por eso Idiakez no se fía y pide la máxima concentración a sus jugadores.