El Real Zaragoza ha vuelto al trabajo en la Ciudad Deportiva para iniciar la preparación de su próximo compromiso liguero, en el que el CD Lugo visitará el estadio municipal de La Romareda. Un entrenamiento en el que buena parte de la atención se ha centrado en Papu, uno de los jugadores claves en el partido de Almería.
El atacante georgiano entró en la parte final del encuentro para tratar de revolucionar el encuentro. De una contra conducida por Papu, en la que pecó de exceso de individualismo, llegó el gol del equipo andaluz. El jugador blanquillo perdió el balón, que tras una serie de infortunios y conducido magistralmente por el conjunto almeriense, acabó en el segundo tanto del Almería y a la postre, en la primera derrota del Real Zaragoza esta temporada.
Muchas de las miradas tras el traspiés se fijaron en el jugador georgiano, que parece haber asumido su culpa. Papu, que es normalmente uno de los futbolistas más alegres de la plantilla del Real Zaragoza, ha aparecido apesadumbrado en el primer entrenamiento de la semana. Tomando cierta distancia con el grupo, ha mostrado una imagen anómala para lo que suele ser.
Quizá por eso, Simone Grippo ha querido mostrarle su apoyo a su compañero. Uno de los veteranos del equipo, convertido en líder del vestuario y fijo para Imanol Idiakez, y que además, también fue protagonista negativo en el partido del Almería, en el que anotó en propia puerta. Grippo ha mantenido una charla con Papu al margen del resto, tratando de encontrar explicación al estado de ánimo del georgiano y, de paso, tratando de animarle para que vuelva a ser el hombre importante que ya demostró durante la pasada campaña y del que ha vuelto a mostrar destellos en la presente, como en el partido de Copa en el inauguró su cuenta goleadora frente al Deportivo de la Coruña.