El Real Zaragoza ha llevado a cabo en la Ciudad Deportiva una de las últimas sesiones previas al encuentro liguero del próximo domingo en el que el Granada rendirá visita al estadio municipal de La Romareda. Una jornada en la que perfilar los últimos detalles del choque, entre los que se encuentran las jugadas de estrategia.
Lucas Alcaraz, entrenador blanquillo, cuenta con una dilatada experiencia en el fútbol profesional, lo que le convierte en perfecto sabedor de la importancia de la estrategia a balón parado, tanto a nivel ofensivo como defensivo. Bien lo sabe su predecesor, Imanol Idiakez, al que un gol a balón parado ante el Tenerife acabó por costarle el puesto.
Así pues, en la mañana del viernes, el técnico andaluz se ha puesto manos a la obra. Ya desde los primeros ejercicios, liderados por Javier Chocarro, preparador físico, se le pedía a los lanzadores habituales una especial predisposición. Después, el entrenador se ha rodeado de sus jugadores, a los que, ayudado por una pizarra, les ha explicado los movimientos a llevar a cabo durante el ejercicio.
Una práctica de especial relevancia dado el momento que vive el Real Zaragoza. A nivel defensivo, por la dificultad que ha mostrado el equipo para conseguir frenar las acometidas rivales, siendo el balón parado uno de los puntos débiles de la zaga; en el ataque, ante las numerosas bajas con las que cuentan los blanquillos en la ofensiva, la estrategia se ha convertido en uno de los principales argumentos para llegar a la portería contraria.
Un elemento que ahora Alcaraz quiere acabar de pulir para tratar de sacarle el máximo partido, optimizando los recursos con los que cuenta para comenzar a sumar cuanto antes. Nada mejor que hacerlo el próximo domingo, con La Romareda de testigo y un rival crecido como el Granada para demostrar el carácter del equipo.