El Zaragoza tira de casta y suaviza el sainete defensivo
El Real Zaragoza protagonizó una horrible primera parte que marcó el devenir del partido e hizo escasa la buena reacción del equipo tras el descanso. Es absolutamente imperdonable jugar con siete jugadores defensivos, encajar dos goles y sufrir tanto en defensa. Es absolutamente imperdonable afrontar con tan poca tensión los saques de esquina -dos goles en los primeros córners en contra ante Nástic y Mallorca-. Es absolutamente imperdonable no salir en tu propio estadio con una mayor actitud e intensidad.
Este Real Zaragoza no tenía un problema de rombo. Este Zaragoza tiene un problema de jugadores. Lamentable. A los cinco minutos ya perdía por 0-1 merced a una pésima defensa de un saque de esquina. Nuevo fallo entre Perone y Verdasca y Lago Junior aprovechaba para marcar adelantando lo que podía ser la noche.
El Zaragoza pudo anotar en una subida de Delmás que puso un buen centro y Álvaro Vázquez dejó pasar para un Pombo que no acertó con el remate. Fue un espejismo. Los baleares se lanzaron sobre la portería de Cristian. Álex pudo marcar en un par de ocasiones, pero no anduvo bien de puntería.
El Mallorca acorraló a los locales en su portería y hubo hasta goles anulados. Los visitantes obtuvieron premio a su insistencia y Lago Junior volvió a marcar. El 0-2 cayó como una losa en La Romareda. En los jugadores, pero sobre todo en una afición que se cansa de ver semana tras semana a una caricatura de equipo.
Al Zaragoza tan sólo le quedaba marcar un gol rápido para meterse en el partido, pero no estuvo ni cerca de hacerlo. Lucas Alcaraz permaneció inmóvil en su banquillo y mantuvo los tres centrales a pesar de ir perdiendo en su campo por dos goles. Increíble.
Tras el descanso, el técnico sacó a James y a Benito por Verdasca y Zapater. Pero no cambió el dibujo ya que Delmás se metió como central. El equipo tiró de casta y buscó más la portería. Hubo un tiro del nigeriano y una buena acción personal del recién entrado lateral derecho. Pero no era suficiente.
El siguiente cambio, que fue a los veinte minutos ya, sí que fue más ofensivo ya que entró Marc Gual por Lasure. El catalán hizo gol nada más entrar al campo. Subida de Nieto por la izquierda, ya como lateral, y gran combinación con Pombo para habilitar al goleador. El Zaragoza se metía de nuevo en el partido.
El Mallorca quería más y no se metió atrás. Aridai se plantó sólo delante de Cristian, pero el portero zaragocista le ganó la partida en el mano a mano y en el disparo posterior.
La reacción zaragocista, cimentada mucho más en el corazón que en el fútbol, fue eficaz con el empate que consiguió Pombo. Jugada de los tres atacantes que remataba el zaragozano en línea de gol tras un buen remate de Gual.
El ariete catalán salió con ganas y estuvo a punto de hacer el tercero en un balón que desvió Parera a saque de esquina. El meta balear se volvería a lucir minutos más tarde en un gran disparo de Benito.
El portero visitante se hizo el protagonista del partido y detuvo un balón de gol a Pombo cuando ya se habían cumplido los 90 minutos. Benito pudo meter el tercero de un cabezazo en el área pequeña, pero se fue fuera,