La Romareda resiste al abatimiento
El Real Zaragoza se metió en graves problemas tras la derrota frente al Cádiz, que hunde al equipo aragonés en la clasificación hasta pisar la zona roja. Sin embargo, el club aragonés volvió a sentir que tiene un valor seguro en el calor de una grada que volvió a llenarse para tratar de dar aliento a un equipo que no encuentra el rumbo.
En total, según las cifras oficiales, fueron 18.083 los espectadores que acudieron el pasado viernes al estadio de La Romareda. Una cifra algo menor que la han arrojado las mejores entradas del curso en el coliseo zaragozano, pero que dado el momento del año en el que nos encontramos y la situación propia del conjunto aragonés, es de notable mérito.
Datos que contrastan con lo que ocurre en otros estadios de LaLiga 1|2|3 y que sitúan a La Romareda como la tercera mejor entrada de la categoría, únicamente por detrás de los 22.988 espectadores de La Rosaleda para el derbi andaluz entre Málaga y Granada y los 19.035 de El Molinón para el Sporting de Gijón-Tenerife.
De hecho, la entrada de La Romareda se sitúa también por encima de la mayoría de las cifras manejadas en LaLiga Santander, y se ve superada tan sólo por los datos de El Bernabéu (69.653), el Camp Nou (73.003) y el Benito Villamarín (46.662). Cifras, pues, que hacen de La Romareda un estadio de primera.
Una muestra más de la grandeza del Real Zaragoza, que por el momento queda relegada única y exclusivamente a lo que sucede en la grada o a las vitrinas que muestran un pasado glorioso. En las manos del equipo está la capacidad para revertir la situación y volver a enganchar a una afición que quedó muy tocada tras el último tropiezo frente al Cádiz y cuya paciencia no puede ser eterna.